La virtualidad se ha consolidado como la nueva normalidad en el entorno laboral y, con ello, las reuniones virtuales han adquirido un rol fundamental en la coordinación de tareas, colaboración y toma de decisiones. Para garantizar la productividad de dichas reuniones, es esencial establecer y seguir ciertas buenas prácticas que propicien la participación, el compromiso y la claridad en la comunicación entre todos los miembros del equipo. Este artículo explora las mejores prácticas que pueden ayudarte a optimizar tus reuniones virtuales, asegurando que cada encuentro proporcione valor y resultados concretos, independientemente de la ubicación física de los participantes.